Alemán para principiantes en 11 episodios

Elsbeth – La generosa

En la vida real:

Nació el 14.4. 1922 en Wolfau,, Baja Silesia (hoy  Polonia)
creció en Wolfau
vive en  Langenberg
Estado civil: viuda
primer matrimonio: 1941 in Wolfau
1. hijo: 1941
Fuga: 1945
2. hijo: 1946
divorcio: 1947
2. matrimonio: 1954
viuda por segunda vez: 1961
3.matrimonio: 1967
viuda por tercera vez: 1993

4. matrimonio: 1997
viuda por cuarta vez: 1998
2 nietosl
ningun estudio superior
estatus: Jubilada
Hobbies: Vida, Politica (sindicalista activa)
.

En la Serie:
ídem

Elsbeth Hinz vive en una casa para mayores en Langenberg. Su tercer marido, August, quien en la serie interpreta al elegante pretendiente, ha fallecido entretanto como también su cuarto marido con el cual Elsbeth duró muy pocos años de noviazgo y ni siquiera un año casada.  Su cuarto matrimonio fue un espectáculo de prensa  que  incluso dio para una noticia en televisión: Mujer de 75 se casa con hombre de 89 años. Para Elsbeth fue como tener mariposas en el estómago y sentimientos primaverales una vez más. Para aquellos que no conocen las estaciones: en primavera las hormonas entran en efervescencia, todo rejuvenece y empieza como de cero.

Elsbeth está contenta de vivir en una casa para mayores. Las casas para mayores no son como los asilos de ancianos, sino casas en las que se alquilan pisos exclusivamente a gente mayor. Aquellos que acceden a un piso en esta forma de viviendas, pueden considerarse muy afortunados. El contacto con gente de su misma edad  facilita y enriquece la vida de muchos hombres y mujeres mayores  en una sociedad alemana donde hay cada vez menos lugar para grandes familias.

Cerca del 20% de la población alemana es mayor de 65 años, según datos de la Central Federal para la Educación Politica (Datenreports 2002 der Bundeszentrale für politische Bildung), es decir,  el 20% está en la edad oficial de jubilación.  En 1910, sólo el  5% tenía más de 65 años. Las personas mayores juegan por lo tanto un papel muy importante en la vida social y política de Alemania ya que con sus votos, por ejemplo, se deciden las elecciones.

 En la serie Elsbeth vive desde hace años, como muchos jubilados, en un pequeño apartamento de 2 habitaciones. Sus hijos viven en el norte de Alemania.  No cuenta con apoyo familiar, así que debe arreglárselas sola. Ella pone anuncios matrimoniales en el periódico, no para encontrar un nuevo marido, sino porque disfruta la aventura de  entrar en nuevos contactos eróticos y deshacer los mismos como y cuando le apetezca.. Este extravagante pasatiempo  no es que sea el más común del mundo, y mucho menos a su edad, por eso ella lo guarda para si, por miedo a perder su buena fama. En un diario, Elsbeth lleva un relato de todas sus aventuras. No quiere olvidar ninguna...Y su memoria, no es de fiar a sus años. Sus narraciones son material estrictamente confidencial. Lo más importante es la absoluta discreción. Por eso, ella cambia el lugar de sus encuentros.  Ella disfruta el aire misterioso y el estímulo de lo prohibido.

Elsbeth sobrevivió a la segunda guerra mundial, y a la fuga de la entonces Alemania Oriental (RDA). Tuvo hijos durante y después de la guerra, los crió sola, y trabajo duro toda su vida.  Con los hombres tuvo tanto buena, como mala suerte. Separación y muerte, son cosas que la han acompañado toda su vida. Sin embargo, dice ella, también tuvo el privilegio de experimentar el gran amor.

Ella ha aprendido a tomar las riendas de su propia vida y aún bajo situaciones financieras adversas, a sacar lo mejor de si misma. Le agradan mucho las cosas abundantes, coloridas, vitales. Su propia experiencia la ha dotado con  una gran intuición y con comprensión para el dolor ajeno. Ella es la única en la casa que entiende la situación de los Tomasek. Ella sabe que alguien que se aísla, que prefiere no hablar, porque en realidad prefreiría ni siquiera estar allí, como el señor Tomasek, es alguien que ha tenido una vida dura, que necesita ayuda. Ella hace lo que está en su mano, por ejemplo le consigue un trabajo a Tomasek (lamentablemente no el adecuado) e intenta mostrar, por lo menos a través de su amistad  y apoyo, que ella sabe muy bien lo que es pasar por esas vicisitudes. Ella se acuerda de su propia pobreza, de su responsabilidad por los niños, de la desconfianza de los demás que, al verla como madre sola y marginada de la sociedad, la abordaban con escepticismo en lugar de interés. Pero lo peor de todo es, y eso lo sabe ella muy bien, cuando los demás hacen como si uno no existiera. Y cuando uno ya no tiene más fuerzas para protestar en contra de la indiferencia. Por eso, Elsbeth intenta dar ánimo a Susanne Tomansek.
 

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