Susanne estaba hastiada del mundo mohoso y parco de la pequeña ciudad en el cauenca del Rur. En 1979 Susanne estuvo de vacaciones en Praga, se enamoró del poco convencional Robert Tomasek y se quedó allí. Sus padres jamás se lo perdonaron. Tanto es así que en 1986, cuando sus padres mueren en un accidente automovilístico, Susanne, entonces embarazada, ni siquiera va al entierro. Los primeros años en Praga fueron muy felices. Con los niños el dinero empezó a escasear y el contraste entre el propio nivel de vida y el nivel de vida de los turistas de occidente crecía cada vez más. Cuando los negocios de Robert se ven afectados por la caída del socialismo, los Tomasek deciden ir a Alemania, la patria de Susanne.
Susanne se arrepiente de haber roto todo tipo de contacto con su país. Ella ya no puede contar con Robert, que después de su bancarrota ha perdido todas sus esperanzas. Ahora se siente inútil, como un perdedor. Por los niños, Susanne esta amarrada al hogar, y no puede tomar la iniciativa por si misma. Y Robert está ya tan deprimido, tan agresivo, que ella no sería capaz de dejarle a él la responsabilidad de la crianza. Tiene que esperar dos años más hasta recibir plazas de guardería para los tres niños. ¿Volver a Praga? A veces ella cree que sería lo mejor. Pero la situación económica allí es muy precaria. A los amigos en Praga no les va bien. Pero al menos hay amigos. Aquí en Alemania Susanne se siente tan infinitamente sola. Sus únicos interlocutores son los niños. Y ellos la preocupan. Jenny es excesivamente tímida y miedosa, Manuel excesivamente desobediente. Y Kai Lino se pasa el día lloriqueando por ahí y come muy mal. Ella misma siente que cada vez pierde más y más fuerza. A veces, no siente más que desaliento. ¿Debería separarse de Robert? Si ella encontrase un lugar para los niños y para ella, tal vez lo haría. Pero ella se siente de alguna forma responsable de él. En Praga fue él quien se ocupó de la familia. Por otra parte, Alemania es su país. Después del inesperado accidente de Robert queda claro, que ahora sólo depende de ella.