Alemán para principiantes en 11 episodios

Robert – el derrotado

en la vida real:

Nació el 25 de enero de.1960 en Praga/Republica Checa
Creció en Langenfeld a las afueras de Colonia desde 1968
Vive en Köln
:Soltero (Pareja), sin hijos
Estudios:Musicología, ,teatro y filosofía.
Profesión  y Hobby: Periodista especializado, Pianista



En la Serie :

Nació el 11 de Enero de 1957 en Praga/ Republica Checa
Creció en Praga
Vive en Langenberg desde 1990
Casado con tres hijos
Estudios: Ningunos
Profesion: Desempleado

Robert Tomasek es uno de los muchos perdedores de los noventa. Después de la caída del comunismo en Europa del este. No hay oportunidades de subsistencia para él en el capitalismo. En la Praga comunista Robert podía mantener a su familia con negocios ilegales en el mercado negro. En occidente, Robert hubiese sido un buen gerente, todo un experto en el campo logístico. En 1990 Robert emigra a Alemania, como muchos otros del este, con sus tres hijos y su mujer alemana. Ellos esperan encontrar una vida mejor en Occidente, la tierra de las infinitas posibilidades. Tristemente, más temprano que tarde la esperanza se muestra como falsa. La familia acaba en una residencia provisional para inmigrantes del este. Los 5 integrantes de la familia se ven forzados a vivir dos años en una habitación de apenas 20 metros cuadrados . La estrechez es motivo de mucho estrés y peleas entre los miembros de la familia, ya que en el frío clima alemán, la mayoría del tiempo se esta “adentro“. No podían evitar el sentirse confinados en un gueto. No lograban entablar contacto con ningún lugareño, ya que las residencias para inmigrantes no tienen buena fama, y por lo general los alemanes prefieren evitar estos lugares. Los Tomaseks buscaron durante dos años una vivienda asequible con lugar suficiente para todos pero para una familia grande en una región económicamente estable es casi imposible encontrar ofertas baratas. En la mayoría de los casos los arrendadores no desean familias con niños. La presión del hacinamiento se agudiza de forma tal, que en 1992 los Tomasek alquilan un apartamento de 40 metros que, a pesar de ser tan pequeño, es caro. Por término medio, una familia de Alemania occidental cuanta con 21 metros cuadrados por persona, unos 105 metros en total. Pero seguir en la residencia se había convertido en insoportable para la familia. Las conversaciones ya consistían casi exclusivamente en reclamos mutuos.

La familia vive de la ayuda social que asegura su existencia. Robert, quien era muy popular en Praga y desarrollaba sus negocios con tanto éxito, ahora se enfrenta a la realidad de un mercado laboral en el que tiene muy pocas posibilidades. En Alemania no tiene ningún contacto de negocios. Para ser independiente le falta el capital inicial y no puede demostrar formación ni estudios de ningún tipo. Ha ido incontables veces a la oficina de empleo para encontrar uno, pero siempre recibe la misma negativa. El ya sabe muy bien con que gestos y que palabras se lo aclaran los trabajadores de la oficina.  Los únicos trabajos con los que el podría sostener a su familia, son los trabajos pesados. Pero a Robert no se le dan este tipo de trabajos, no es muy fuerte y no tiene una constitución adecuada para ello. El se ve en un agujero profundo y negro del que no encuentra salida. Sus fuerzas hace mucho que están agotadas. Tan grande como fue la esperanza, así de amarga es la decepción. En medio de una sociedad capitalista, él, que en tiempos socialistas siempre se salió con la suya como “capitalista“ ahora es sólo un engranaje obsoleto e inservible, indeseado por la sociedad. Por si fuera poco, debe soportar los reproches de su mujer, las precarias condiciones de la vivienda y el aislamiento social. Robert se refugia en el alcohol y en la distracción de la televisión. Cuando la señora Hinz le ofrece un trabajo en la firma  de andamios, Robert acepta, a sabiendas de que el no tiene las condiciones físicas necesarias, además de padecer de  miedo a las alturas. Tiene que alzar 25 kilos de un solo intento (porque además, le pagan por rendimiento). La actitud hostil de su colega Toni lo desmotiva adicionalmente… Hace mucho que Robert no percibe a ningún ser humano como a alguien con cualidades.

El colapso de un andamio repite en el plano físico, lo que en el psíquico ya paso hace mucho. Las cosas no podrían estar peor.

Sin embargo, a veces pasa que una crisis profunda trae consigo cambios inesperados…
 

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